Cada año realizo algún curso o taller basado en el autoconocimiento, puesto que considero necesaria la formación continua en mi sector profesional, y en cualquier sector profesional, para ir adquiriendo nuevos conocimientos, recursos o estrategias para acompañar a mis clientes. Continuar cuidándome para cuidar y acompañar.
Este año he vivido una experiencia en constelaciones familiares, una formación de tan solo un par de fines de semanas, y a pesar de que el tiempo invertido ha estado poco la satisfacción obtenida ha estado enorme.
El primer sistema del cual formamos parte es el sistema familiar, y es en este donde aprendimos, y en el cual continuamos aprendiendo, a relacionarnos con nosotros mismos y con los demás. A lo largo de nuestra vida vamos formando parte de otros sistemas, del grupo de amigos, de los compañeros de la escuela o del trabajo,etc., pero es en el sistema familiar donde se producen las heridas más dolorosas y la a vez donde se abren las oportunidades para sanarlas.
Vamos a jugar con las metáforas, imagina que un sistema familiar es un bosque.
Habitualmente los bosques están formados por dos tipos de árboles, según si tienen hoja perenne o no. Es decir hay árboles que en una época del año sueltan sus hojas para que en su lugar rebroten otras, y hay otros árboles que mantienen su forma, los que no sueltan sus hojas por nada del mundo, son aquellos que pase el que pase se mantienen inmutables.
En un bosque la vegetación predominante son los árboles, pero también encontramos diferentes plantas de menor tamaño que se desarrollan bajo los árboles. Al conjunto de estas plantas se denomina sotobosque. Si el bosque está situado en una zona húmeda en él encontraremos una gran variedad y cantidad de plantas. Si por el contrario el bosque está situado en una zona montañosa o seca en él encontraremos poca cantidad de plantas.
Abro un paréntesis, los filósofos presocráticos se interesaron por el universo y la naturaleza, crearon la teoría de los 4 elementos (agua, tierra, aire y fuego). EL agua es el elemento que representa el femenino, la vinculación emocional, la adaptación, la transformación. Cierro paréntesis.
En algunos bosques nunca, o muy poco, ha intervenido la mano del hombre, son los bosques denominados naturales. Y otros bosques han sido creados por el ser humano, y además están en constante manipulación por parte de este, son los que denominamos bosques artificiales.
Igual que en una familia en un bosque encontramos árboles de diferentes edades, unos más ancianos y otros más jóvenes. Los árboles más grandes y ancianos son conocidos como los sabios, y son los pilares del bosque. Sus raíces son gruesas, profundas y están muy arraigadas y se extienden como brazos hacia los árboles más jóvenes y débiles, ofreciendoles apoyo constante.
A través de esta red subterránea, los árboles más ancianos guían a los árboles más jóvenes en su crecimiento.
Los árboles más jóvenes admiran a los más ancianos, y por ellos son modelos de referencia.
Gracias a las raíces los árboles se nutren y se apoyan los unos con los otros. Todas las raíces están conectadas y juntas forman un sistema, es por eso que cuando un árbol enferma también enferma el sistema, todo el bosque.
Por las raíces se van traspasando las cargas emocionales, de una generación a otro sin que nosotros muchas veces seamos conscientes de este hecho.
Tomar conciencia de esta conexión, y como es esta conexión, si es una vinculación armónica y sana o por el contrario es tóxica, nos ayuda a mejorar nuestro bienestar físico, mental y emocional.
Lo que rechazamos nos encadena lo que aceptamos nos hace libres.
Para vivir una vida llena abraza con el coro tu bosque.
“Un árbol bueno no puede dar frutos malos, ni un árbol malo, dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego” Mateu 7, 15-20
Preguntas para la reflexión:
Qué árboles predominan en tu bosque? De hoja perenne u hoja caduca ?
Tu bosque es húmedo o seco? Cómo te vinculas?
Hay algún secreto o conflicto escondido?
«Somos semilla de cambio»