Durante mucho tiempo he creído que la palabra inteligencia solamente estaba asociada a las notas académicas, a ser una característica de los avispados. Desde la escuela, y en casa, se encargaron de hacérmelo ver así. He escuchado muchas veces frases como: “Carlos es muy inteligente, es muy listo, lo ha aprobado todo con Notables o Excelentes” Frases que poco a poco han ido quedando integradas en mi inconsciente. Este era el mensaje que me dieron y yo me lo creí, y de hecho seguramente una parte de certeza debe haber.
Y ¿cuál era el antónimo a inteligencia, en nuestra casa? Era estupidez, es decir se llamaba estúpido aquel que hacía estupideces o viene era corto de entendimiento. Por lo tanto, la palabra inteligencia y la palabra estupidez tenían que ver con la parte del intelecto.
La sorpresa fue grande cuando el otro día, buscando el significado de una palabra en el diccionario, me encuentro con la palabra inteligencia, y leo (transcribo literalmente) Inteligencia, del latín intelligentia. El prefijo inter significa entre, liga viene del verbo legere que significa escoger, o leer, y la finalización con ya nos indica que nos estamos refiriendo a una capacidad.
Podríamos decir pues que la inteligencia es la capacidad de elegir. Me entusiasmé y continué, busco seguidamente capacidad. Capacidad también proviene del latín, capacidades, que sería la calidad del Capax. Capax deriva del verbo capere (coger, recoger, …) Un persona capax sería aquella persona con tendencia a recoger, a contener, a hacer varias funciones.
Y entonces me pregunto, y ¿estupidez? Busco y encuentro este resultado. Estupidez: del latín “stupere”: quedarse parado, aturdido o pegado.
Por lo tanto podríamos decir que una persona inteligente es aquella que contiene en su interior la idea de elegir, y una persona estúpida es aquella que se queda parada? Caramba, me gusta mucho más esta definición.
Una persona inteligente elige ante diversas posibilidades y una persona estúpida es aquella que se queda parada o pegada ante una posibilidad. Ambas palabras siguen siendo antónimas, pero desde otro mirada.
Ahora ya no desde el ser sino desde el hacer. Como te puede cambiar la mirada hacia alguien o hacia algo cuando descubres un nuevo significado de una palabra!
Esto se coaching 🙂