Sonreír con los ojos

Te miro buscando tus ojos, buscando una conexión, una vibración, a lo menos no sé lo que busco mirando tus ojos, lo que si tengo claro es lo que pienso, la conozco?

Me vuelves la mirada, me miras también a los ojos, en ellos veo el miedo, un miedo que ahora me doy con tu mirada que yo también siento. Me has hecho de espejo, he visto en tus ojos lo que a través de mis también transmito, y que hasta hoy no me había dado cuenta, o no me había permitido verbalizar. Todo el mundo se ha convertido con enemigo potencial de todos.

Camino rápidamente, todo lo hago rápido, mi respiración también se acelera. Mi cabeza es una metralleta de pensamientos, en medio del caos mental hay un pensamiento que se repite, y se repite: va Eva, va Eva, acaba de prisa, y para casa.

Ahora si, volviendo a casa veo una persona muy querida, y me da un salto el corazón al verla detrás la mascarilla, aguanto el llanto, no quiero que se dé cuenta de la tristeza que siento, quiero distraerme con algún comentario estúpido, pero el sufrimiento es mayor y siento una presión en el cuello, entonces arrufo la nariz, y mi vulnerabilidad queda al descubierto, no puedo ocultar unas arrugas que de manera instintiva se muestran en mi frente.

Hace sesenta días que vivo salir a la calle con esta angustia, y no puedo más, hoy he tomado una determinación: quiero salir a la calle con una sonrisa en los ojos. Quiero dejar de sufrir y sentir angustia.

Es por ello que con este post me comprometo, a partir de hoy en: regalarle una sonrisa de ojos a cada persona que me cruce por la calle, la conozca o no. Y además, os invito a todas las personas que desee, y que tenga ganas de aportar un granito de arena positivo en la mama tierra, os añada este reto, porque mientras sonreímos no estaremos en el caos mental, mientras sonreímos no estamos en el bucle negativo que nos lleva el miedo.

Un día cualquiera del mes de Mayo 2020

«Soy semilla de cambio»